Comprobando la hora
Toda transmisión en
castellano que se capte en Europa por la onda media tendrá
como procedencia a España, Islas Canarias o algún país
americano. No es probable que sea ni del continente africano ni del
asiático por cuanto allí no es habitual que se emita en
español para la audiencia local.
Si la frecuencia
sintonizada termina en 0 será del hemisferio occidental. Sin
embargo, en las frecuencias de 540, 720, 810, 900, 990, 1080 y 1260
kHz puede también tratarse de alguna emisora española
por cuanto esas son frecuencias donde de hecho cohabitan emisoras de
ambos continentes.
Si el oyente es versado en el idioma de Cervantes, no reviste mayor problema determinar si la
emisora es española o americana.
Para un oyente que no domina el castellano el tema de la identificación a veces se
hace engorroso. Por razones de pronunciación a un finlandés
o a un noruego le puede costar menos entender el castellano que a un
anglosajón.
Hay diexistas que, incluso sin hablar el idioma, llegan a distinguir el español europeo
de ciertos acentos americanos, como por ejemplo el porteño (de
Buenos Aires), el mexicano o el venezolano.
La facultad que opera es en realidad la misma que nos permite reconocer e identificar un
determinado tema musical.
Para el hispanohablante nato el vocabulario de la persona que habla le aporta datos de
valor. Todos sabemos que hay palabras que no rebasan las
fronteras de ciertos países. Si en alguna parte se dice
“coche”, en otra parte dirán “carro” o
“automóvil”. Y no hablemos de
“parqueaderos”, “parkings” o “aparcamientos”.
No es éste el lugar para profundizar en temas de vocabulario. Es un cuento sin acabar.
Hay, sin embargo, un detalle más o menos manejable que a todos
nos puede servir de ayuda y es el de la forma en que se indica la
hora.
En los libros de aprendizaje de castellano en Europa prima el uso del español
peninsular. Así, en esos libros, las 14:10 se traduce en
“las 2 y 10 de la tarde”, mientras que las 14:50 “son
las 3 menos 10”.
En América Latina es atípico el último de los dos giros mencionados.
En algunos países del Cono Sur, en Argentina, Uruguay y
Paraguay, es frecuente oír en la radio “hora 14, 10”
u “hora 14, 50 minutos”.
Hacia el norte, en el Perú, Ecuador y Colombia, las 14:50 equivale a “faltan
10 para las 3”. En Centroamérica, en países
como Honduras o Guatemala, muchos dirían “me quedan 10
para las 3”, “únicamente faltan 10 para
puntualizar las 3”, “solamente 10 y
serán las 3”, etc.
En casi toda América reina el sistema de AM y PM, “antes del meridiano” y
“pasado (el) meridiano”. El tiempo se expresa como las
horas de un reloj analógico, de 1 a 12. En el Cono Sur
prevalece el sistema de 24 horas.
En algunos países, entre ellos el Ecuador, se indica la hora de ambas maneras,
simultáneamente, “son las 2 con 10, 14 horas con 10
minutos”.
Como la radio se dirige a un auditorio local en primer lugar, no es necesario, a plena luz del
día, precisar que son las 10 de la mañana.
Si la transmisión también se puede captar en otros
continentes – especialmente si es por onda corta - entonces sí
es frecuente añadir la referencia a mañana, mediodía,
tarde, noche, medianoche o madrugada, según sea el caso.
Por tradición u otras razones, el anuncio de la hora reviste características o
constantes peculiares de acuerdo a cada país, y es por eso
precisamente que puede convertirse en un detalle útil a la
hora de determinar la procedencia de la emisión que se capta.
Es por eso que me he tomado la libertad de juntar de mi propia colección algunos
anuncios, ordenándolos por países, para la ayuda y
solaz del diexista cuyo idioma materno no es el castellano.
Para saber en cada momento cuál es la hora local en otro país sugiero la consulta
de la página www.timeanddate.com/worldclock y
para ver qué emisoras se hospedan en una frecuencia
determinada no hay mejor ayuda que la que nos brinda el World Radio
TV Handbook.
Henrik Klemetz
5 Novbre. 2009